lunes, 21 de agosto de 2017

Reglamento de juego en línea en el Reino Unido




El Reino Unido fue uno de los primeros países importantes en legalizar y regular los juegos de azar en línea. Sin embargo, a pesar de tener una ventaja, la relación entre el gobierno y los operadores de juegos de azar en línea ha estado llena de fricción.

La base de la legalización de juego en línea y la regulación en el Reino Unido es la Ley de Juegos de Azar de 2005, que entró en vigor en septiembre de 2007. Esta ley creó la Comisión de Juego como la autoridad para supervisar los juegos de azar en línea en el país. Cualquier operador que tenía sus servidores ubicados en el Reino Unido estaba obligado a obtener una licencia de la Comisión de Juego para ofrecer servicios de juegos de azar a través de Internet, ya sea casino, póker, bingo o apuestas deportivas. La mayoría de los principales operadores de juegos de azar en línea obtuvieron tales licencias.

Los tres objetivos principales de la Comisión de juegos de azar son mantener el crimen fuera de juego, asegurando que el juego se lleva a cabo de manera justa y abierta y proteger a los niños y las personas vulnerables de ser perjudicados o explotados por los juegos de azar. La comisión ha establecido un código de práctica que todos sus licenciatarios tienen que adherirse y trabajar en estrecha colaboración con ellos para garantizar el cumplimiento del código. La Comisión de Juegos de Azar tiene facultades legales para conferir castigos a aquellos operadores licenciados que no cumplan con el código establecido.

La Comisión de Juego permitió a ciertos operadores de juegos de azar en línea basados ​​fuera del Reino Unido para atender a los jugadores británicos e incluso anunciar en los medios de comunicación británicos. La comisión publicó una lista de tiempo de las jurisdicciones de juego de renombre en línea en septiembre de 2008 y cualquier operador con licencia por estas jurisdicciones podrían participar en el mercado del Reino Unido. La comisión aseguró que estas jurisdicciones seguían el mismo régimen estricto en la emisión de licencias y la regulación de los operadores de juegos de azar en línea. Algunas de estas jurisdicciones blancas fueron Alderney, Gibraltar, Antigua e Isla de Man.

Esta lista blanca resultó en una gran disputa entre la Gambling Commission y los operadores de juegos de azar en línea del Reino Unido con licencia directa de la misma. Estos operadores tenían que pagar derechos de licencia a la Comisión de Juego y un impuesto del 15% sobre las ganancias de los juegos de azar. Estas tasas eran mucho más altas que las impuestas en las jurisdicciones blancas enumeradas. Como resultado, los costos incurridos por los operadores de apuestas en línea listados en blanco eran mucho más bajos y ofrecían servicios más competitivos. Los operadores británicos solicitaron una reducción de las tasas de licencia y los impuestos para que pudieran competir con los operadores offshore. Cuando el gobierno rechazó esta demanda, los operadores del Reino Unido comenzaron a tomar licencias de las jurisdicciones listadas blancas y trasladar su establecimiento a lugares extraterritoriales.

Después de las últimas elecciones generales, el gobierno del Reino Unido decidió revisar la Ley de juegos de azar de 2005. El Departamento de Cultura, Medios de Comunicación y Deporte, que maneja el juego en el Reino Unido, llevó a cabo consultas con la industria y encargó informes de expertos independientes. En agosto de 2011, el gobierno publicó sus propuestas para nivelar el terreno de juego. Los operadores offshore que deseen atender a jugadores británicos y que deseen anunciarse en el Reino Unido requerirían una licencia secundaria de la Comisión de Juego. También tendrían que pagar impuestos en el Reino Unido.

Esta propuesta ha sacado provecho de los operadores británicos y los operadores offshore. Ambos están diciendo que si el impuesto y los gravámenes sobre los juegos de azar regulados en línea son altos entonces el mercado negro dirigido por operadores no regulados recibirá un impulso y esto va en contra del interés del Estado y los jugadores. La pelota está ahora en la cancha del gobierno.

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